Resumen del 2021 de la senadora María Fernanda Cabal con un mensaje contundente
La senadora Maria Fernanda Cabal, despide el 2021 con el siguiente mensaje el 31 de diciembre a través de sus redes sociales:
Amigos con quienes compartimos las mismas ideas y que han creído que si es posible una Colombia en libertad, nuestro país ha vivido uno de los años más difíciles de su historia reciente; a los terribles efectos de la pandemia sobre el desempleo y la pobreza, se sumaron los estragos de una toma narcoterrorista disfrazada de paro nacional, que detuvo la economía, sembró caos en las ciudades, siguió atacando la vida y agravó más la situación de los más pobres de Colombia.
Un año difícil, en el quehacer político, pero lo logramos, porque es en las dificultades que se mide el valor civil de las personas. Gracias a ustedes valientes que me han acompañado durante esta misión, en el Senado hicimos debates para destapar lobos disfrazados de ovejas, el acuerdo Escazú que amenaza el derecho al desarrollo como nación, firmado por los países del foro de Sao Paulo, donde todas las ONG de corte marxista, tienen personalidad en nuestro país para denunciar cualquier acto que ellos consideren que afecta al medio ambiente sin tener que probarlo, activando de nuevo la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia que nos quitó el mar de San Andrés.
También el serio riesgo la propiedad legítima de la tierra, por cuenta de la tal jurisdicción agraria, que no logra esconder un elefante burocrático, en un sistema que no necesita más jurisdicciones ni jueces, sino justicia efectiva para el ciudadano de a pie.
Sin embargo, en ese contexto de dificultades y amenazas, el país está demostrando una vez más su capacidad para resistir la adversidad y sobreponerse a ella, ese tesón que hoy llaman resiliencia ustedes y yo lo identificamos como ser Cabal y en ese mismo escenario dificultades y de esfuerzos el país se asoma a las contiendas electorales para conformar el nuevo Congreso y elegir al nuevo presidente de la República.
Mi posición enérgica frente a esa explosión del vandalismo terrorista que llamaron paro, mis reclamos por recuperar el principio de autoridad refundido y mi apoyo irrestricto a la fuerza pública se convirtieron en un movimiento que me apoyó como precandidata del Centro Democrático a la presidencia de la República, aspiración que mostró un camino a seguir porque los tiempos de Dios son perfectos. las metas se pueden aplazar, pero nunca la defensa de los principios que soportan la democracia frente a la amenaza del neopopulismo comunista.
Por ello con el favor de Dios y con el de ustedes, seguiré defendiendo esos principios desde el Senado. Porque ustedes y yo creemos en el lema de nuestro escudo, ustedes y yo creemos en la libertad y no queremos perderla, ustedes y yo creemos en la recuperación del orden a partir de la seguridad como bien fundante de la sociedad Dios y Patria