Las grandes afectaciones que deja la minería ilegal en Colombia en cabeza de la Mesa Minera

La minería ilegal y criminal del oro es una de las principales causas de deforestación y contaminación ambiental en Colombia… y de violencia también. Grupos armados al margen de la ley y bandas criminales son los principales autores de este ejercicio.

La historia se repite constantemente en el país y es que entre el 2019 y el 2021 han sido intervenidas 9.235 minas ilegales, capturadas 3.300 personas y destruidas o inhabilitadas 450 dragas, máquinas utilizadas para extraer material donde se encuentra el oro cuyo valor unitario se estima en 275.000 dólares, según la Policía. ¡Esto es un verdadero crimen organizado!

El desplazamiento forzado también tiene que ver con la minería ilegal, este 2021 aumentó en un 213%, pasando de 1.682 familias desplazadas en 2020 a 5.266 este año.

Aunque la región del Pacífico sigue siendo el epicentro de la disputa territorial del narcotráfico y la minería ilegal, Antioquia no se queda atrás, pues existe la minería ilegal a flor de piel, ya que es uno de los departamentos con mayor producción de oro a nivel nacional.

El trabajo infantil, la prostitución, desplazamientos forzados, y maltratos a la integridad de las personas, son aquellas de las secuelas derivadas de este ejercicio ilegal a la población.

La asociación Mesa Minera de Segovia y Remedios que ha sido acusada por tener nexos con la delincuencia organizada del nordeste antioqueño, como el Clan del Golfo, reúne a las mineras informales que se dedican a delinquir, a la explotación ilegal de yacimientos mineros, tráfico de explosivos y contaminación con mercurio.

Recordemos que Segovia y Remedios vivieron el paro minero de mayor duración de la historia del país en 2017 convocado por la Mesa Minera, que duró 43 días de huelga violenta, causando muertes, decenas de heridos, pérdidas de 300 millones de pesos por día en el sector comercial; incendio de camiones, carros y autobuses… y sin contar la cantidad de robo a mano armada a civiles que transitaban durante los disturbios.

Estas comunidades viven en constante amenaza por esta asociación minera en querer hacer un nuevo paro, actos que son para sus beneficios particulares y nada tienen que ver con el progreso del municipio.

Definitivamente la minería ilegal está acabando no solo con nuestros ecosistemas sino que deja grandes afectaciones a la salud de los habitantes y pérdidas económicas, debido a las regalías que dejan de recibir estos municipios si la práctica minera estuviera formalizada. Este es un mal que hay que acabar pronto.

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