Bogotá, ¿la ciudad de todos?

La administración de la alcaldesa Claudia López, se ha caracterizado por ser demasiado flexible y permisiva ante actos que han perjudicado en términos sociales y económicos a la ciudadanía bogotana. Hemos tenido que ser partícipes de los daños hacia los diferentes medios de transporte de la capital, monumentos, iglesias, parques, empresas, y diversos lugares públicos que han sido gravemente vulnerados por los vándalos y por los individuos de la mal llamada “Primera Línea”.

 

De esta forma, se hace impensable cómo en el transcurso del jueves de la presente semana la alcaldesa ha participado de forma tan activa en la reparación de las escaleras ubicadas en la calle 89 con carrera séptima, las cuales fueron pintadas con los colores de la bandera de la comunidad LGBTI, como símbolo de diversidad para la ciudad. Sin embargo, el problema aquí no es que la alcaldesa ayudara a pintar de nuevo este “monumento de la inclusión capitalino”, el problema se fundamenta en la falta de contundencia y claridad que ha tenido su administración en frenar actos vandálicos que han perjudicado desde el inicio de las protestas en el mes de mayo a MILLONES de capitalinos, donde aún es posible evidenciar las condiciones de dejación y desorganización en la que se encuentra la capital colombiana.

 

Un ejemplo de esto, son las más de 45 estaciones de Transmilenio vandalizadas y los daños en los paraderos y en los buses, que ya ascienden a cerca de $300 millones. Lo anterior, nos invita a reflexionar sobre las prioridades de la presente administración, y si esta se ha limitado proteger y liderar iniciativas que vayan encaminadas a los intereses políticos y personales de la alcaldesa, dejando a un lado e ignorando las necesidades de la totalidad de los ciudadanos de Bogotá. De esta misma forma, es necesario analizar las condiciones y las diferentes iniciativas que han abanderado los funcionarios de la alcaldía de López con el fin de recuperar en el menor tiempo posible toda la infraestructura vandalizada.

 

No es posible que se participe únicamente en actos que promuevan la representación de solo un grupo de la sociedad, es necesaria la correcta agencia de la alcaldía de Bogotá para que la ciudadanía se sienta representada y escuchada en su totalidad. Los diferentes empresarios y trabajadores han alzado su voz en repetidas ocasiones para mostrar su desconecto con la actual administración, donde no se les ha escuchado sobre las necesidades que atraviesan por la coyuntura de la pandemia, las agresiones y los disturbios de las protestas. Se necesita coherencia y un verdadero liderazgo para que Bogotá siga siendo verdaderamente la “CIUDAD DE TODOS”.

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