La razón de las renuncias de última hora en Revista Semana

La desbandada del periodistas, directores y responsables de la edición impresa de la revista Semana que ha generado en las últimas horas una crisis al interior de la redacción, no solo tiene como explicación la recomposición accionaria del grupo editorial que alcanzó a ser dominado por los Gilinsky, sino por las incomodidades que desde hace varios días, se venía teniendo internamente tras la desconfianza entre directivos y los equipos de redacción.

Semana tiene hasta el momento cinco equipos de redacción entre ellos los de la revista impresa como tal, la revista digital, los canales de redes sociales entre otros y con ellos los equipos técnicos que los apoyan sin contar las redacciones de las otras revistas como Dinero y que ahora se fusionarán.

La incomodidad y desconfianza se presentó luego que se armara internamente la tormenta tras la grabación ilegal y filtración de una conversación entre Vicky Dávila como directora y sus periodistas en el marco de una consejo de redacción en el que se exponían temas sensibles que fueron presentados como si la revista, en su componente digital y concretamente Vicky Dávila estuviera manipulando información.

Desde ese momento, el revuelo comenzó a buscar la manera como fue grabado la reunión de zoom y sobre todo, a la persona que lo habría filtrado. Según fuentes internas de la revista, desde las directivas se decidió someter al personal a pruebas de polígrafo que dejarían a varios sospechosos que presentaron su renuncia en las últimas horas, luego que les fueran pedidas las mismas.

El solo sometimiento a polígrafo y la “cacería de brujas” que se inició, llevaría a quienes no están de acuerdo con la nueva posición editorial adoptada por la revista y el grupo con sus nuevos propietarios. En el ojo del huracán estaban desde su director hasta una renombrada columnista politóloga que fue cercana a Jaime Bateman Cayón y un caricaturista (Vladdo), calificados como tendenciosos y petristas, por parte de la opinión pública y los lectores; además de una serie de periodistas que también salieron, que hicieron pública su renuncia pero que, según se dice desde dentro de la revista, lo hicieron no por voluntad sino porque les fueron pedidas las cartas que fueron presentadas antes de la media noche de ayer.

Es así como en medio de los cambios que viene teniendo la revista y que ya había generado el despido de más de un centenar de empleados el año pasado, ahora se suma la salida por renuncia de quienes quedan como sospechosos de haber incurrido en prácticas antiéticas de filtración de información confidencial de la revista, mientras que desde ya se anuncia que habrán mas cambios en la composición de la redacción, pero esta vez gracias a la fusión de las publicaciones Semana y Dinero en una sola.

Las decisiones ahora las tomará Vicky Dávila, la periodista que abandonó la W Radio para asumir un importante reto en la construcción y fortalecimiento de la apuesta digital de Semana, tras la compra de la revista por parte de los banqueros Gilinsky y quien ha demostrado tener carácter para revelar importantes expedientes y casos de la vida nacional, en contravía de la tendencia unanimista de la izquierda enquistada en las redacciones de los medios del país.

Con los movimientos en el Grupo Semana, hay quienes aseguran que la revista retomó el camino de la democracia y la neutralidad ideológica que le había costado la pérdida de miles de lectores y seguidores por la tendencia de izquierda que venía teniendo, algo que es asumido como un redireccionamiento acertado.

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