El calladito César Reyes

El corrupto magistrado de la Corte Suprema de Justicia César Reyes Medina, quien encarceló de manera injusta y con pruebas acomodadas al expresidente Álvaro Uribe Vélez calló que tuvo un contrato con la Presidencia de la República en el gobierno de Juan Manuel Santos.

Reyes firmó un contrato por casi 600 millones en el año 2016 con el Fondo de Programas Especiales para la Paz –Fondopaz-, adscrito al Departamento Administrativo de la Presidencia y dirigido por María Inés Restrepo Cañón, quien salió de ese fondo por gravísimas acusaciones de corrupción.

La firma Nueva Justicia y Litigación Oral Consultores, de César Reyes, firmó este contrato con el gobierno Santos, en esta firma era socio de Fernando Jiménez Montes, a quien en un acto de corrupción nombró magistrado auxiliar.

A pesar de este millonario contrato César Reyes no se declaró impedido, teniendo en cuenta que Juan Manuel Santos es el peor enemigo del expresidente Álvaro Uribe Vélez y desconociendo el precedente judicial de la misma Corte Suprema, que apartó del caso a la magistrada Cristina Lombana cuando creó la teoría de la “apariencia de imparcialidad”.

El caso es sencillo: La recusación contra la magistrada Cristina Lombana se dio como consecuencia de la supuesta de subordinación al expresidente Álvaro Uribe siendo ella miembro de las Fuerzas Militares. El Magistrado César Reyes fue subordinado de Juan Manuel Santos (enemigo de Uribe) como contratista y no se declaró impedido ni advirtió sobre el millonario contrato.

¿Qué apariencia de imparcialidad tiene Reyes cuando fue beneficiado por un millonario contrato por el peor enemigo de Álvaro Uribe? La corrupción del magistrado Reyes es abismal.

Anteriormente César Reyes trabajó con Pilar Rueda en el programa de Acceso a la Justicia de USAID. Pilar Rueda es la esposa de Iván Cepeda, otra razón para declararse impedido.

Esa es la calaña moral del corrupto magistrado César Reyes, quien decidió secuestrar al expresidente Álvaro Uribe con una medida de detención ilegal. Ojalá renuncie el Calladito Reyes y se pronuncie el tartufo Daniel Coronell.

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