Estados Unidos y Álvaro Uribe Vélez, una coalición indisoluble para vencer el terrorismo, el narcotráfico y la delincuencia en Colombia.

Durante el mandanto del expresidente Álvaro Uribe Vélez, los niveles violencia e inseguridad en el país se redujeron de manera significativa, dando paso a un nuevo período en la historia de Colombia, considerado un hito, pues el postulado partidista conocido como seguridad democrática, logró pasar de ser un pilar ideológico del Centro Democratico, a convertirse en una forma de sistema gubernamental que propendía por el bienestar social de todos sus ciudadanos.

Gracias a sus altos índices de popularidad, la lucha frontal de Álvaro Uribe Vélez por erradicar la delincuencia y la ilegalidad, sobrepasó las fronteras tanto terrestres como marítimas, hasta encontrar en el gobierno estadounidense un aliado determinante y categórico en la búsqueda constante por perfeccionar su estructura militar, y brindarle a Colombia le seguridad que le había sido arrebata por más de 50 años.

El gobierno de los Estados Unidos, con representantes tanto republicanos como demócratas han sido enfáticos en resaltar la labor incanzable en materia de seguridad del expresidente Uribe, tanto que su estrecha relación y absoluta afinidad, ha sido motivo de millonarias inversiones que se ha materializado en inteligencia militar, asesoría del más alto nivel jeráquico interdisciplinar, así como también en el fortalecimiento de los instrumentos de cooperación y coordinación del Ejército con la Policía Nacional, por parte del sus pares norteamericanos.

De igual manera, han hecho hincapié en destacar su gestión como defensor y promotor de derechos humanos en nuestro país, utilizándolo como ejemplo a seguir para otros mandatarios intercontinentales, dada su eficiencia en la implementación de políticas de seguridad efectivas en contra del terrorismo y la delicuencia, bajando los índices de criminalidad en Colombia, pero siendo siempre respetuoso del marco legal internacional sobre los DD.HH.

Para ejemplificar lo anterior, en 2005, el Secretario del Departamento de Defensa, Donald Rumself, duplicó su compromiso personal con el gobierno de Álvaro Uribe. El comandante James T Hill, del Comando Sur de los Estados Unidos, en 2004, en testimonio en el Congreso, alabó el compromiso de Uribe con los derechos humanos en la desmovilización de grupos armados ilegales. “Tengo confianza en que el presidente Uribe y las Fuerzas Militares de Colombia, han tomado en serio el respeto por los derechos humanos, a diferencia de sus adversarios, que cometen la gran mayoría de abusos a los derechos humanos”.

En 2009, el presidente George W Bush le otorgó la “Medalla Presidencial de la Libertad” al expresidente Álvaro Uribe, el más alto honor civil de Estados Unidos, manifestando que: “El presidente Uribe ha vuelto a despertar las esperanzas de sus compatriotas y ha mostrado un modelo de liderazgo a un mundo que observa”.

Por último, el Secretario de Defensa del presidente Barack Obama, Robert Gates, dijo: “Uribe desde mi punto de vista es un gran héroe” y que las Fuerzas Militares de Colombia bajo el liderazgo de Uribe Vélez, aprendieron valiosas leccions en. Materia de derechos humanos que en otro países latinoaméricanos podrían seguir.

Es imposible desconocer que el legado de esta coalición indisoluble todavía se encuentra vigente, pues es díficil controvertir los resultados en materia de seguridad y lucha sistemática contra el terrorismo que se libró entre 2002 – 2010 y que hacen de Álvaro Uribe Vélez la representación literal de un expresidente comprometido con la erradicación definitiva de la violencia en Colombia.

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