Daniel Coronell el comensal
El término comensalismo hace referencia a un tipo de relación entre dos organismos diferentes que “comparten mesa”. En este tipo de relación, ninguna de las partes se provoca perjuicio mutuo alguno. Se trata por tanto de una relación neutra. Otras clases de relaciones entre organismos incluyen el mutualismo, en el que ambos organismos sacan provecho de la situación. Y es que de las ciencias naturales se puede tomar este concepto y aplicarlo a la política colombiana perfectamente, vemos casos donde las alianzas por el poder se encuentran en un estado de comensalismo pasivo.
Durante los periodos presidenciales de Juan Manuel Santos y puntualmente durante el Proceso de Paz desarrollado en La Habana el ‘santismo’ contó con un defensor que desde la trinchera de la revista Semana estableció una relación de comensal con dicho gobierno: Daniel Coronell.
Cientos de columnas y artículos fueron publicados por Daniel Coronell en esta revista mostrando los ‘beneficios’ del proceso de paz con las FARC y dejando de lado las nefastas consecuencias que posteriormente sufrieron los colombianos después de su implementación. Lo que no se dice en los medios tradicionales de comunicación es, mas allá de la relación de comensales de estos dos actores políticos, la compra del espacio semanal de Coronell. Esa trinchera de exposición de imagen positiva del acuerdo generó en los colombianos confianza y verosimilitud que a la fecha se desmiente por obvias razones. El acuerdo se firmó bajo la condición de impunidad y evasivas a la verdad, burocracia en un sistema de justicia creado exclusivamente para generar ilegalidad.
Coronell nos vendió a los lectores semanales una imagen mentirosa del proceso de paz, un análisis superficial que por debajo venía cargado de ilegalidad, edificó una opinión pública favorable sobre un proceso que iba a generar ilegalidad e injusticia.
Hoy Daniel Coronell defiende la impunidad del proceso de paz desde una trinchera ‘independiente’ que busca establecer una relación de comensalismo como la que le funcionó durante el gobierno Santos, sin embargo se encontró con una barrera a la impunidad y la injusticia que promocionaron los últimos 8 años. Sin contar con el flujo de información actual que ha convertido a las audiencias en una masa crítica y sensata de lo que consume en los medios masivos, por esa razón en este gobierno el comensalismo no encuentra mesa ni mucho menos comensal.