Claudia López: del dicho al hecho
Por: Benedicto Truman
La nueva alcaldesa de Bogotá se vendió como la más verraca, la que era capaz de enfrentar el stablishment bogotano, todos escuchamos sus mensajes en campaña: inclusión, anticorrupción y medio ambiente…ahí todo se podía. Ahora NADA es de su competencia, tomándonos como tontos.
Creer que una politóloga de profesión que ha sido Senadora de la República, candidata a la Vicepresidencia y un bagaje considerable en el sector público, no conozca la competencia del cargo que asume realmente es reprochable. Es inaudito el hecho de que en campaña dijera una cosa y ahora resulta que no, pero vamos por partes.
Dijo que su gobierno sería inclusivo y nada más lejano de la realidad, los videos presentando sus secretarios son de una violencia de clase alarmante que hasta el uribismo es más equitativo al elegir sus funcionarios.
Dijo que su gobierno lucharía contra la corrupción pero no tardó mucho en coaligarse con Carlos Fernando Galán y a cambio de sus votos, ella le otorgará la Presidencia del Concejo y contratos para su gente.
Dijo que si llegaba a ser alcaldesa mejoraría los servicios públicos pero apenas llegar y ya va a tener que subir las tarifas el SITP y al TransMilenio, todo muy coherente.
Antes de ser alcaldesa era una de las más críticas con el ESMAD y los posibles abusos de poder que en situaciones excepcionales se producen. Hoy dice que no tiene ninguna competencia con el cuerpo antidisturbios y que no va a pedir que se desmonte. ¡Por favor Claudia! Usted va a ser la jefe de la policía, si puede dar órdenes al ESMAD.
Y como última perla, no va a hacer nada con las corridas de toros en Bogota, definitivamente lo de Claudia parece ser más una excusa para no quedar mal con los taurinos bogotanos y creo que el ambientalismo de los verdes se limita a tener perritos en casa y a montar en bici por la ciudad.
Claudia, la alcaldesa cada vez más fajardista y tibia.