Yahir Acuña: ¿El guayabo de Sucre?
Por: Benedicto Truman
Sucre parece no haber terminado de asimilar la cantidad de whisky y dinero que el hoy candidato a la gobernación del departamento Yahir Acuña, ofreció en contiendas pasadas para, según él, pagar la entrada a las corralejas y calmar la sed. Las mercedes líquidas de alcohol etílico se combinaron con parranda vallenata que el exrepresentante a la Cámara patrocinó para hacerles fiesta al pueblo costeño. Sucre no termina de pasar el guayabo de la borrachera, cuando perplejo asiste a la fiesta que aún quieren hacerle a la región.
Jugando a las metáforas, Yahir Acuña quiere hacer fiesta con Sucre, sabrá el propio Dios con qué intenciones; y los que terminarán enguayabados serán los sucreños: la fiesta del manejo de las instituciones democráticas y los recursos públicos. Parte de la jarana que se viene preparando data de anteriores fiestas democráticas y se puede colegir de las llamadas interceptadas a Manuel Cadrazo, aspirante fallido a la alcaldía de San Benito Abad y capturado el 11 de septiembre del año en curso junto con su esposa por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Los aperitivos con que se pensaba acompañar la parranda del erario incluían compra de votos, repartición de puestos y contratos públicos.
En poder de la Fiscalía y el grupo de lavado de activos de la Dijín reposa una llamada interceptada fechada poco más de un mes antes de las elecciones legislativas del año anterior, comicios en los que la esposa de Acuña logró hacerse a una curul de la Cámara de Representantes. En una de esas llamadas Cadrazo relaciona directamente como ‹‹anfitrión›› de la ‹‹parranda›› que quieren hacerle al pueblo sucreño a “su buen amigo” Acuña y a la cabeza de la Corporación Autónoma Regional de Sucre, Jhonny Avendaño, desde hace tiempo aliado político de Yahir:
“Si ustedes pusieron 350, 400 votos, Yahir le puede financiar 400 votos. ¿Yahir a cómo lo financia, pa’ que usted vaya sabiendo? Yahir le puede decir yo le financio 400 votos. Él lo financia a 25 (…) a 25 mil pesos, estamos hablando de 10 millones de pesos. Él les puede decir yo se los financio (…) Ustedes le pueden pedir fináncienos 600, pa’poner 400, pa’que los 200 sean amortigüe. Eso se trabaja así; entonces, estamos hablando de 600 por 25; estamos hablando de 15 millones de pesos”… “Usted le puede decir: yo tengo una bobada, tengo esto. ¿En qué nos puede ayudar? Él maneja Carsucre. De pronto él puede decir: denme una hoja de vida y yo le saco un contrato acá en Sucre”. (Transcripción tomada de la denuncia que publica la revista Semana, en un artículo de Investigación).
‹‹La fiesta del voto por plata›› podría ser el título de una novela que relatase la cultura política de dirigentes políticos sucreños. ‹‹Cuatrocientos votos por 10 millones de pesos›› podría ser el título de la biografía no novelada de Acuña. ‹‹Contratos por votos›› podría ser el titular de un reportaje que indague a fondo lo real de la Corporación Autónoma de Sucre. Todos los caracteres de la imaginación literaria servirían para narrar esta fiesta electorera sacada de la más profunda realidad de un pueblo que pide a son de vallenato atención y desarrollo. Al parecer la efusividad emotiva del pueblo costeño con todo y sus corralejas han servido para que corruptos y politiqueros hagan fiesta con lo que no les pertenece.
Acuña no está solo en esta rumba, ni lo ha estado en anteriores. Lo acompaña el grupo político de su otrora adversario electoral Álvaro ‹‹el gordo›› García, condenado a purgar a cuarenta años en prisión al ser encontrado responsable por la masacre de Macayepo. Luego de que fueran apagadas las intenciones del clan García de convertir a Teresita en la candidata por Cambio Radical a la primera magistratura Departamental, los viejos contradictores trenzaron diferencias.
Tan es así que en esta fiesta una de las cartas del póker de García desde hace un tiempo entró para que Acuña intentase completar escalera: Cadrazo, quien como muestra la investigación reciente publicada por Semana también gestionaba indebidamente votos para la hija de Teresita. Otras cartas en la suerte barajada de Acuña para estas elecciones se han destapado: el actual burgomaestre de Sincelejo Jacobo Quessep y su candidato a la alcaldía de la capital sucreña Andrés Gómez Martínez que como Yahir, fue detenido en las elecciones de 2015 con 40 millones de pesos y un listado de nombres y cédulas. Hay que recordar que esta fórmula empeñada en hacerse con las riendas de la región y su capital tiene algo en común: Acuña también fue detenido con algunos centenares de millones de pesos pocos días antes de las elecciones de 2015.
Acuña también le ha hecho la fiesta a Sucre con los Paras, con la cuestionado Emilce López alias la gata, con el parapolítico Salvador Arana y hasta con el cuestionado y condenado Juan Carlos ‹‹el negro›› Martínez Sinisterra.
Los paramilitares Eduardo Cobo Tellez alias Diego Vecino y Rodrigo Pelufo Mercado alías Cadena no se guardaron su nombre en el festival de la lengua de los sapos. Vecino quien fue comandante del Bloque Héroes de los Montes de María lo vinculó en 2011 como la ficha de las autodefensas para infiltrar a la Universidad de Sucre, cuando Yahir era representante de los egresados y una vez concejal de la Sincelejo siguieron existiendo vínculos. Al día de hoy las investigaciones por parapolítica siguen abiertas, aunque no han dado los frutos esperados. En 2014, un grupo de estudiantes ejerció presión sobre la Corte Suprema de Justicia, pero como para seguir su fiesta es el único de los vinculados por Vecino que no ha sido condenado. Más aún, en un informe de la Armada en 2010, Acuña aparece claramente relacionado con la estructura paramilitar en cuestión.
La parranda con el destino de Sucre no para ahí. El hoy candidato a la gobernación fue ahijado político del ex gobernador del departamento de Sucre, Salvador Arana. Arana fue condenado por el homicidio del exalcalde del Roble y también fue vinculado a las investigaciones por vínculos con la parapolítica. Así de pesados y cuestionados han sido los participantes en la fiesta de Arana.
De Emilce López alias la gata, el mismo reconoce la cercanía y no encuentra mayor reparo. Para las elecciones de 2007 a la Asamblea Departamental de Sucre en las que Acuña fue candidato por Apertura Liberal, hay registros de los apoyos de ApoSucre, organización del emporio de la Gata.
Como se ve, Acuña no quiere parar la fiesta aunque ahora haga participe a nuevos invitados a su cocktail político en el que entra corrupción, licor, contratos públicos, parranda vallenata, dinero en efectivo, puestos en instituciones públicas. Así las cosas parece que al pueblo sucreño el guayabo le puede durar para rato.