Las incongruencias y los desatinos disciplinarios de Fernando Carrillo en uno de los casos poco claros de la política local

La cadena de desatinos disciplinarios del sumo sacerdote de la ética desde el templo sagrado del público ministerio.

“Los Serpas y los Carrillo” contra Rodolfo el Ingeniero Alcalde de Bucaramanga.

Muy desafortunada ha sido la actuación de la Procuraduría General de la Nación (PGN) en el caso de la investigación disciplinaria contra el Alcalde Rodolfo Hernández Suarez en Bucaramanga, a raíz del pescuezaso que este le propinó al señor Jhon Claros, folclorista regional en trances de concejal en la ciudad bonita a finales del 2018.

Una cadena de desatinos, incongruencias y de enviones de la artillería y la caballería de Fernando Carrillo se cierne sobre el más popular de los personajes públicos y de la política en las redes sociales colombianas. Nos recuerda las andanadas de un ilustre santandereano de verdad contra el amnistiado hoy ex alcalde de Bogotá.

Rabias y risas han provocado entre los bumangueses las decisiones de la autoridad disciplinaria de los funcionarios públicos en el caso “Hernández vs Claros “ por sus vicisitudes jurídicas y por los saltos judiciales. Para mal de los paisanos de Hernandez, las decisiones disciplinarias de la PGN mantiene su vigencia y se siguen aplicando, a pesar de que han sido tuteladas por los tribunales santandereanos tres veces y se han venido al suelo por sus propios y ostensibles defectos legales.

Antes que nada, todo el episodio parece un ridículo sainete entre un par de adultos mayores que se enfrentan en insultos y manoteado relacionados con el amor por los hijos y la hombría de uno contra el otro; la grosería, los desafíos y provocaciones del señor Claros evidencian el “entrampamiento” que se pretendía contra el altivo, arisco,
rudo y raizal ingeniero criado entre cañadulzales y caneyes.

Los insultos lanzados por las supuestas indelicadezas del hijo calavera del Ingeniero, y la referencia a sus “corrumpias”, son evidencias de tamaña encerrona del teatral músico de tiple y bandola contra un aislado burgomaestre. Éste, desatado de las camisas de fuerza de los notables santandereanos , como el Quijote, cabalga raudo en andanadas contra los molinos de viento de la corrupción regional y claro, se estrella con las actuaciones injuridicas de la autoridad disciplinaria cuyo destino es peor que el caso de las basuras de Bogotá.

Lamentablemente, el locuaz Hernández cayó en las redes del simpático personaje ensobrerado, y de juvenil cabellera, quien armado de una Canon Digital, la más viral y mortal arma mediática contemporánea, le abanica sus manos en el rostro al varón alfa de Piedecuesta. Éste le lanza varios “miente HP” y termina sacudiéndolo por el cuello con una sonora palmada en el pescuezo del desafiante, mañoso y ofensivo crítico veredas.

Desafortunada la actuación de la delegada de señor Fernando Carrillo, pariente cercano de los encumbrados Serpas y senadores enemigos del Ingeniero Rodolfo Hernández. Aquella dependencia ipso facto y Manu Militari, suspende al popular alcalde y lo deja por fuera de sus funciones públicas sin mediar consideración cabal de la gravedad de su conducta que, en opinión de los juristas que lo defienden, no son actuaciones materia de las competencias del soberbio jefe del ente de control, pues al parecer sólo es una riña ridícula entre personas que actúan fuera de sus funciones públicas que no merece semejante pataleta del jefe de la PGN

Esto lo hace el Procurador General hace siete meses y mantiene a “el Ingeniero” sometido a su jurisdicción en condición casi subjudice, sin oírlo y sin preguntar nada a nadie, como si tratara de castigar o de prevenir un feminicidio doméstico irreparable.

“Sacaron a Rodolfo” fue el sonoro grito de victoria de los vecinos del parque García Rovira celebrando la impulsiva acción de los delegados del Churchil colombiano, fariseo criollo, redomado sacerdote del templo de los gentiles Bogotanos. Este grito se repite cada vez que en las oficinas de Bogotá la mano alargada del Ministerio Público descarga su poder y sus influencias sobre el independiente Hernandez Suarez.

Hoy el encumbrado aspirante presidencial, rescatado mágicamente de sus propios y evidentes antecedentes disciplinarios, mantiene a Bucaramanga bajo la férula de su poder con la daga al cuello del Ingeniero, quien no ha sometido su lengua mortal a los caprichos de la Madre Superiora de la catedral.

FaceBook, Facebook Live, Instagram, y todas las redes sociales replican y mantienen altos niveles de sintonía del insospechado personaje de nuestra política, quien cuál mecenas de las bravas tierras de Santander, tiene muy altos niveles de aceptación y credibilidad.

Obviamente Carrillo, quien se siente santandereano de pura cepa sólo por enlace, quiere jugar de lado de la cancha de sus parientes políticos o de sus políticos parientes para asegurarse su respaldo electoral con miras en las próximas elecciones presidenciales. Pero al igual que su antecesor, el ilustre monseñor Ordoñez, se topa con otro gallo presidenciable que tiene más balcones y defensores que ellos en la nómina de la PGN

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