Procurador Carrillo, el excamarero de Pablo Escobar, ruega por fallo contra objeciones de la JEP
La ley Estatutaria de la JEP ha traído consigo que más de uno revele su más oscura intención de impunidad, pues resulta que desde que el presidente Iván Duque objetó 6 artículos que, a su juicio, no garantizaban un verdadero castigo para los crímenes de las FARC, muchos personajes han estallado de rabia e “indignación”, aunque sean precisamente ellos las caretas más cínicas en ese asunto.
El ejemplo de desfachatez viene acompañado de un individuo que en sus años mozos fue el más fiel servidor de Pablo Escobar, el peor criminal que ha arropado por años la historia colombiana.
Es el actual procurador de la República –cargo que ocupa sin mérito-, Fernando Carrillo, quien mantiene intactos sus recuerdos como camarero del extinto narcotraficante, cuando estuvo en “prisión” en La Catedral, y defiende a capa y espada una ley que sólo busca beneficiar a los victimarios y desfavorecer a las víctimas.
¿Carrillo en campaña?
En 8 largas e injustificadas páginas, Carrillo pide a la Corte Constitucional que emita un pronunciamiento negativo respecto a las objeciones del Ejecutivo, considerando que son improcedentes y sin competencia para haber sido elevadas por el mandatario nacional, por lo que el procurador busca desesperadamente un fallo de parte de la Corte para obligar a que se firme el proyecto.
Toda una estrategia para su campaña política, debido a que en los últimos días ha estado detrás de todas las tendencias y noticias más relevantes del país, dejando a un lado su verdadera función, la defensa de la institucionalidad. Es mejor que Carrillo no subestime a los ciudadanos, son más inteligentes de lo que él cree.
Pese a todas las muestras de rechazo que ha tenido por esta legislación, muchos olvidaron, primero, el plebiscito de 2016 que dijo NO a esta ley y que Juan Manuel Santos ignoró por completo y, segundo, las elecciones presidenciales, pues en ambas oportunidades se reclamaba algunos ajustes al acuerdo de paz con las FARC.
Otros temen que esta objeción de Duque a los 6 artículos de la Ley Estatutaria de la JEP sea para ponerle trabas al acuerdo de paz con el grupo armado. Sin embargo, el jefe de Estado aseguró que no es así y recordó que decisión fue “hacer objeciones a 6 de los 159 artículos de la Ley por razones de inconveniencia e invitar a que el Congreso de la República las debata constructivamente».
Es decir, con la mira puesta en las víctimas y sus derechos y no favorecer subliminalmente a los crímenes y abusos que ha cometido las FARC.
¿Acaso para estas personas que están en desacuerdo con la objeción, la ausencia de Henry Castellanos, alias “Romaña”, en la Sala de Reconocimiento de la JEP –siendo el tercero que le falla al tribunal y a las víctimas- debe pasar desapercibido? ¿No responderá por los innumerables secuestros de las FARC? ¿Estará siguiendo los pasos de sus colegas “Iván Márquez” y “El Paisa”?
Lo cierto es que las críticas han sido excesivas hacia la decisión presidencial. No obstante, pocos se han detenido a pensar, siquiera, que luego de todos los hechos acontecidos en el país, en el que destaca el ataque con el carro bomba a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander de Bogotá, son señales de que no se debe ser tan complaciente con los guerrilleros, y menos se puede ganar indulgencia con escapulario ajeno, como lo hace el procurador Carrillo, quien tiene un gran rabo de paja con el narcotráfico.