¿Andrés Guerra Hoyos se prepara para otro fracaso?

Pese a seguir filas diferentes a la de su padre, Bernardo Guerra Serna, conocido más por su supuesta alianza con el “Cartel de Medellín” que por su carrera política, Andrés Guerra Hoyos, ha fracasado en cada uno de sus objetivos, pero que más se le puede pedir a alguien que siempre se ha interesado más por la parranda y el alcohol, que por el sincero bienestar colectivo.

Su único “logro” han sido porque fue escogido a dedos y no por elección popular. En el año 2002 tuvo que pedirle trabajo al entonces ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, quien lo nombró su asesor. En el año 2008 pasó a coordinar la oficina para alcaldes de ese ministerio y luego a convertirse en su enlace en el Congreso. Esto lo llevó a estudiar una especialización en opinión pública y mercadeo político pero como era de esperarse, renunció para por medio del Partido de la U, lanzarse en vano al Senado.

En 2014 quizás por compasión Álvaro Uribe, lo elige como candidato para la Gobernación de Antioquia, aunque en realidad la encuesta para ese cargo la ganó Liliana Rendón con un 43% frente a sólo un 13% que obtuvo Guerra.

La ayuda “humanitaria” de Uribe hacia Guerra, tampoco dio resultado y perdió al enfrentarse con el actual mandatario local Luis Pérez. Sin embargo, desde el 2015 se encuentra haciendo campaña para repetir candidatura a la Gobernación en 2019, pero sus tweets reveladores de su alcoholismo y su falta de compromiso en los estudios, dejan mucho que desear para los antioqueños, más aún cuando sus postulaciones no han sido por mérito propio, sino por lástima.

Guerra ha forjado su nombre en Antioquia como hacen los parásitos, es decir, vive sobre otros y se alimenta politicamente a expensas de los demás. Fue muy criticado por algunos políticos antioqueños, que prefirieron mantenerse en el anonimato, porque durante la campaña electoral del Presidente Iván Duque, en los póster salía su cara y la del hoy mandatario. Un acto bastante egoísta hacia los miembros del Centro Democrático en el departamento.

Bien es cierto, que la imagen de Andrés Guerra está bastante manchada, y no por comentarios de terceros, sino por si mismo, podría asumirse que estos fracasos y los que vienen se deben a que un alcohólico no es capaz de asumir ni de cumplir a cabalidad con un reto tan importante como lo es la administración pública de un departamento.

Por: Andy Moreno

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