Iván Duque: más que una promesa, una realidad

De Iván Duque como persona y como académico se dice mucho, y nada de lo que se dice es malo. Estudiante ejemplar, académico, buen esposo, excelente padre, amigo incondicional, músico, deportista, bailarín, y hasta magia se le ha visto haciendo por ahí. Alguien con todas esas características y que le haya alcanzado el tiempo a tan corta edad para hacer y aprender tanto, tiene que ser por que es poseedor de una disciplina natural absoluta, la única cualidad que le permite a una persona prepararse de forma acertada para liderar una sociedad tan compleja como la nuestra.

De Iván Duque sólo se dicen dos cosas «negativas» o que lo desfavorerían a la hora de gobernar un país. La primera es que es uribista, y si, lo es, pero eso lo señalan como un defecto justo quienes están en la otra orilla ideológica y eso es absolutamente normal, todas las personas tienen que tomar partido en sus vidas y cuando lo toman, van a recibir la oposición y la crítica de quien piensa diferente. La segunda es su falta de experiencia en el sector público, y esta es un poco más rebatible.

Duque es un hombre joven que ha dedicado gran parte de su vida a la academia. Abogado de profesión con estudios mayores en filosofía y humanidades, es Magíster en Derecho Internacional Económico de la American University y en Gerencia de Políticas Públicas de Georgetown University. Cuenta además con estudios en negociación estratégica, políticas de fomento al sector privado y gerencia de capital de riesgo de corta duración.

Además ha publicado diversos libros sobre economía como lo son «Pecados Monetarios», «El Efecto Naranja» e «IndignAcción», y trabajó como asesor del Ministerio de Hacienda del Gobierno Pastrana, asesor internacional del Gobierno de Álvaro Uribe, consultor en la CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y 11 años como consejero principal para Colombia, Perú y Ecuador ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si, nunca ha gobernado o administrado una ciudad o una entidad grande pero ¿Poca experiencia?. A sus 42 años ha estudiado, hecho y demostrado más liderazgo que muchos otros que ya han gobernado a Colombia en el pasado. Duque cuenta con la juventud, la energía y el conocimiento que necesita el líder de un país como Colombia para lograr una transformación económica, mental y cultural definitiva que potencialice a esta sociedad de cara a los retos globales que se avecinan.

Un buen líder no es el que sabe de todo y cree que todo lo puede resolver, muchisimo menos el que ya ha gobernando antes y no ha demostrado nada, un buen líder es el que se prepara y se sabe rodear de gente técnica y experta en cada área para potenciar al máximo cada característica positiva de ese grupo social y corregir las negativas.
La prudencia, respeto, decencia y sabiduría de Iván Duque, cualidades escasas hasta en algunos de los integrantes de su propio partido, son prenda de garantía de que no sólo gobernará bien el país, además de que acabará con tanta polarización y de que será un gobernante independiente al que la oposición respetará, y que él hará lo mismo con ella.

Carlos Escobar

@Zozyalco

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