Del tamal a la fruta: sea abundante y fit con Iván Duque.

Al parecer la metodología cambió: antes, para comprar un voto era indispensable ofrecer el famoso tamal y ojalá trifásico, pero ahora con la onda fit en la que anda sumida el mundo entero, tocó renovarse, cosa que tiene clara el candidato a la presidencia Iván Duque, pues anda regalando anchetas de frutas por doquier.

A muchos hogares en diferentes sectores del país, llega una canasta llena de frutas y una nota en la que Duque resalta la labor de las madres y los padres y les endulza la vida con unas deliciosas frutas. Tan lindo Iván Duque cuidando la figura de los colombianos, lo maluco es que que eso que está haciendo, es una manera de corrupción también. ¿Está comprando el voto a cambio de unas peras? ¿Eso le parece un síntoma de abundancia? A quién se le habrá ocurrido esta maravillosa estrategia. “Empezó la abundancia con Duque”, ¿se le podría llamar a esto corrupción millennial? No lo sé, pero su pésima estrategia millennial, es una burla y una diatriba a la corrupción de la que tanto sufre su partido político.

Por:   Carolina Duarte – La Polla Colombia

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